La historia jamás contada de la ignota etimología de galaxia

Galaxia no es Vía Láctea. Es una palabra compuesta por un lexema sustantivo en euskera antiguo -gal, y un lexema adjetivo griego -axias. En griego se escribe γαλαξίας, por lo que pasó transliterado al latín como galaxias.

Respecto a -gal, como raíz euskera significa «perdido», así consta en diccionarios de euskera o muchos trabajos sobre etimología de esta lengua como el Diccionario-Euskera-Ibérico-Castellano o el Diccionario etimológico vasco en español-francés-inglés.

Índice

1. Galaxia no es círculo de leche

2. Los versos originales que confundieron galaxia con Vía Láctea

3. Epílogo

La galaxia de Eudoxo
Galaxia de Eudoxo en su teoría de las esferas

Etimología auténtica del concepto galaxias

1.Galaxia no es círculo de leche

-Gal alude a perdido en euskera, y por extensión a errante o nómada, y -axias a eje rotatorio. Galaxia equivale entonces a “rotante errante”. De –gal viene galo en latín o gálata en griego. Está en el primigenio topónimo de Burdeos, “Bur-di-gala”, que tiene una interesante etimolgía procedente de la psicología de los primeros sedentarios vascos.

Como no se conocía la relación del lexema -gal en el euskera de Aquitania con la etimología que designaba a los galos de esa misma región, ni asimismo el hecho de que los griegos lo tomasen para formar la palabra γαλαξίας junto con el lexema αξίας, que también lo tomaron en su significación de la religión animista de los antiguos vascos de la Aquitania, los romanos lo transliteraron como γαλα-ξίας, de donde γαλα es leche, en lugar de transliterarlo γαλ-αξίας, donde γαλ es perdido, nómada, errante, y αξίας círculo en movimiento o rotante.

El lexema αξίας como eje en torno al cual gira un objeto o rotatorio está también relacionado con la religión animista de los antiguos vascos, haciendo referencia al círculo vivo que en su mente animista aludía a la Madre Tierra, tema desarrollado en el siguiente estudio Etimología animista de Bilbao.

El matemático y astrónomo griego Eudoxo de Cnido vivió entre c. 408/390 a.C. – c. 355/337 a.C. y su nacimiento y primeros años de infancia coincidieron con la invasión gala de Roma e Italia (c. 390/387 a.C.). Eudoxo recibió la influencia de dos griegos nacidos en el sur de Italia y Sicilia que fueron contemporáneos de esta invasión, su profesor de matemáticas Arquitas (Tarento, 430 a. C. -360 a. C.), y su tutor e historiador Filisto (Siracusa, 435 a.C. – 356 a. C.). Las fuentes romanas contabilizaron a aquellos galos nómadas (-gal en singular) en número infinito como las estrellas, hasta 170.000 según algunas fuentes. Obviamente fueron muchos menos, pero así se grabó en el subconsciente colectivo de quienes fueron testigos de tales invasiones, y así se transmitió a la posteridad, sobre todo porque los historiadores romanos quisieron esconder la vergüenza de la derrota de las legiones romanas en la Batalla de Alia a manos de los galos y el posterior saqueo de Roma por estos.

Eudoxo elabora la teoría de las 27 esferas concéntricas dentro de las cuales estaban los planetas con trayectorias inclinadas y las estrellas fijas, esferas que según estableció giraban en torno a un eje. Fue a cada una de ellas a las que llamó gal-axias. Un escritor griego llamado Arato (Solos, 310 a. C. – 240 a. C.) elaboró una obra llamada “Fenómenos” (c. 275 a. C.) donde transformaba en poemas información astronómica, entre ella de Eudoxo.

Eudoxo y el origen de la palabra galaxia

Esta poemización donde mezclaba mitología con conocimientos científicos la tradujo Marco Tulio Cicerón (106 a. C. – 43 a. C.) al latín, llamando por primera vez Via Láctea a la idea de galaxia contenida en el poema de Arato. Luego sería traducida también por el general romano Germánico Julio César (15 a. C. – 19 d. C.), quien fuera adoptado por su tío que pasaría a la historia como el emperador Tiberio. La traducción de Germánico sería la que se popularizaría durante la Edad Moderna, y esta solo consolidó el error en la traducción de Cicerón llamando Vía Láctea a la galaxia. 

2. Los versos originales que confundieron galaxia con Vía Láctea

El error del que proviene la confusión del término galaxias viene del enfoque poético que le dio Arato, mezclando ciencia y mitología, y del desconocimiento del término -gal empleado en la etimología de galaxias al haberse perdido la obra original de Eudoxo, que solo se conserva entonces por referencias de terceros como la citada obra de Arato.

Fenómenos de Arato

En los siguientes versos entresacados de la traducción que hizo Germánico de los Fenómenos de Arato, se aprecia claramente el origen del error en la versión latina respecto a la versión original en griego:

Dissimilis quintus liquida sub nocte uidetur, 455

El quinto parece diferente en una noche clara

 

Sidera cum reddunt sinceros eminus ignis. 456

cuando los astros muestran a lo lejos sus puros resplandores.

 

Lactis ei color, et mediis uia lucet in umbris. 457

La Vía tiene color de leche y resplandece en medio de las tinieblas.

 

Lacteus hic orbis nullo minor orbe rotatur. 458

Este círculo lácteo no tiene un giro más pequeño que cualquier otro círculo.

 

Celsior ad Borean qui uergit circulus alto. 459

El círculo más elevado, que está inclinado hacia el Bóreas

Fenómenos de Arato, por Germánico

En la traducción al latín que hiciera Cicerón ya se llamaba Vía Láctea a la galaxia, Germánico solo persistió en el error de aquel. Analizamos detenidamente los aspectos más importantes de los versos expuestos:

1º: Se hace referencia al “quinto”, obviamente círculo (v. 455).

2º. Se utiliza la expresión “Cuando los astros muestran”, que se refiere a los astros contenidos en el quinto círculo (v. 456).

3º. Dice “La Vía tiene color de leche, y resplandece”, cuando aquí se refiere a que la galaxia resplandece, o sea, el quinto círculo resplandece. Cada círculo era una galaxia en el modelo astronómico de las 27 esferas concéntricas que giraban en torno a un eje en la teoría de Eudoxo. (v. 457).

4º. Aquí dice “Este círculo lácteo no tiene un giro más pequeño que cualquier otro círculo.”, lo que implica que el círculo gira. (v. 458).

5º. Ahora expone que “El círculo más elevado, que está inclinado”, por lo que está hablando de una galaxia inclinada, como hacía Eudoxo al referirse a algunas de ellas. (v. 459).

Eudoxo denominó galaxias en su obra perdida a sus 27 esferas, inspirado en su etimología por sus mentores griegos del sur de Italia que habían sido testigos de la invasión gala de Roma de c. 390 a. C. para tomar el término -gal como sustantivo, no como adjetivo, en relación al errante galo, teniendo conocimiento del origen etimológico de la palabra entre las tribus vascas de la Aquitania a través de su mentor greco-siciliano. Y -axias lo tomó de su propia teoría de las esferas concéntricas sobre la que introdujo la idea de hipopede para reforzar la idea de rotación en torno el eje.

A -axias podía haberle añadido delante la palabra πλανητης, planeta, que etimológicamente significa errante en griego, pero entonces hubiera perdido el significado que Eudoxo pretendía darle al concepto galaxias, pues si hubiera puesto “planeta” hubiera indicado que lo que rotaba errante era precisamente este astro, y no las esferas en las que estos y las estrellas se insertaban, que es a lo que pretendía aludir Eudoxo acuñando un nuevo término para sus esferas errantes, gal-axias (γαλαξίας), para distinguirlo de los errantes planetarios (πλανητης)      

Utilizó el término -gal inspirado por sus mentores para indicar las esferas que englobaban astros, no para indicar los astros. Es por esta razón que siempre se ha relacionado galaxias con cúmulo de astros, Y ello llevó también a Cicerón a pensar en la leyenda de las gotas de leche para establecer la etimología de Vía Láctea…

El término galaxias lo estableció Eudoxo  de Cnido, lo legó para la posteridad Arato en su obra Fenómenos al haberse extraviado en las brumas de la historia la obra original de aquel, y lo tradujo Cicerón al latín estableciendo el error histórico que identificaba galaxia con círculo lechoso, error que acabaría consagrando Germánico en una traducción de los Fenómenos de Arato que se haría popular en la Edad Moderna con el Renacimiento y los grandes astrónomos y matemáticos que empezaban a despuntar entonces, llegando con ellos hasta nuestros días. 

3. Epílogo

Eudoxo de Cnido supo por medio de su tutor e historiador Filisto de Siracusa que los galos que habían saqueado Roma unos años atrás eran llamados errantes por las tribus aquitanas del suroeste de Galia, en cuya región sureste los griegos habían fundado colonias como Marsella poco más de 200 años atrás (c. 600 a. C.). Los massaliote habían a su vez fundado la colonia de Agda en la misma costa mediterránea de la Galia solo una decena de años antes (c. 400 a. C.) de la invasión gala de Roma. Agda fue desde entonces un activo puerto por el que los massaliote o marselleses comerciaban con mercancías diversas, entre ella esclavos galos y vascos de la Aquitania, con Sicilia, el resto de la Magna Grecia y con Grecia misma. Filisto conoció así que los galos en el lenguaje de los vascos de la Aquitania eran “los planetas”, o sea, “los errantes”.

Eudoxo supo así por su tutor que aquellos galos errantes eran llamados “gal-ak”, plural de -gal como sustantivo (planetas o errantes), y se inspiró en ello para utilizar el concepto como sinónimo de planeta en griego (errante) pero sin utilizar este nombre para no confundirlo con el de sus 27 esferas. Planetas por un lado y esferas que incluían planetas y estrellas en su interior por otro, ambos errantes, pero diferenciados, por ello utilizó -gal en vez de planeta para unirlo a su concepto circular en movimiento como adjetivo, -axias. Digamos que en vez de llamar a su concepto sobre las 27 esferas “planeta-axias” lo llamó “gal-axias” para diferenciar el rotante errante planetario del rotante errante esférico.

Respecto al concepto -axias se lo inspiró su profesor de matemáticas Arquitas a través de su invento de la polea, máquina simple que consiste en una rueda con un canal en su periferia por el cual pasa una cuerda que gira sobre un eje central…axias. Filisto le inspiró el -gal errante y Arquitas el -axias giratorio. Cuando Eudoxo elabora su modelo de las 27 esferas unió ambos conceptos para formar la palabra gal-axias y designar con esta cada una de esas 27 esferas concéntricas que rotaban sobre su eje conteniendo planetas y estrellas en su interior…

Esta es la verdadera historia jamás contada sobre el origen científico, que no mitológico, de la palabra galaxias.

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